domingo, 23 de octubre de 2016

DÍA DE TODOS LOS SANTOS Y DE LOS DIFUNTOS - 1 y 2 DE NOVIEMBRE


                                                               

El día 1 de noviembre, la Iglesia celebra con gran devoción la festividad de Todos los Santos, es decir “la santidad de Dios en los santos”, ya que son un modelo de Fe, como verdaderos seguidores de Cristo. Tanto es así que el Evangelio para esta festividad es el texto del sermón de las Bienaventuranzas, el programa de vida presentado por Jesús a todos los que le quieran seguir.

El Día de Todos los Santos es una tradición católica instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. En diversos lugares del mundo se celebra la tradición de honrar y traer a la memoria a las personas que han muerto.

Al día siguiente - 2 de noviembre-, la Iglesia católica hace memoria de los Fieles Difuntos desde la oración y el recuerdo de los seres queridos “para que el Señor en su bondad les conceda la felicidad eterna”. Se trata de una fiesta que estimula a la vida, y no a la muerte.

En España, dentro de la tradición cristiana  se realiza una visita a los cementerios, donde yacen los seres queridos  que ya han fallecido, se limpian las sepulturas, les dejan flores en las tumbas y rezan por ellos.
 Además, dentro de las costumbres gastronómicas,  se comen boniatos al horno, castañas asadas y los típicos dulces de las fiestas que son los huesos de santo y los buñuelos de viento y Panellets.

Es muy popular ir a ver la obra de José Zorrilla “Don Juan Tenorio” (1844), que se interpreta en todos los teatros del país. Esta representación especial se hace en este día porque el acto final de la obra tiene lugar en la noche de Todos los Santos y el protagonista de la obra está muy relacionado con la muerte.

    VIDAS DE SANTOS